La obra complementaria al Gasoducto Cordillerano, necesaria para hacer llegar el gas a las más de 5.000 familias barilochenses que esperan el servicio desde hace años, se ha vuelto a paralizar pese al acuerdo sellado en junio pasado por la distribuidora Camuzzi, Enargas, Edersa y la Secretaría de Energía de la Nación, que establecía que los gobiernos de Río Negro, Neuquén y Chubut adelantarían los fondos necesarios para que los trabajos finalizaran antes del 30 de junio de 2025.
La responsabilidad de que no se instale la planta compresora necesaria para que circule el fluido a los hogares “es de la distribuidora Camuzzi”, porque es la empresa prestataria, destacaron quienes siguen el expediente, aunque dieron cuenta de una serie de incumplimientos varios.
Pese al compromiso anunciado por los gobernadores de las provincias afectadas, los fondos no llegaron y “por quinta o sexta vez la obra se ha vuelto a paralizar”, confirmó el presidente del Centro de Orientación, Defensa y Orientación al Consumidor (Codec), Pablo Chamatrópulos, quien recordó que la obra se tendría que haber hecho inicialmente en 2016 y tras muchas idas y vueltas, se reinició en el 2020 y volvió a paralizarse.
Para el titular de la ONG que acompaña el reclamo de los usuarios, “hay un primer incumplimiento, que está acreditado, de la provincia de Río Negro”, que tras la firma del acuerdo avisó “que no iba a aportar el 50% del financiamiento que se había comprometido o que se había negociado”.
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Según se desprende de la conciliación firmada por las partes, Río Negro adelantaría el 50 % de los fondos necesarios para la obra -por ser la provincia con más superficie, más usuarios y más localidades afectadas-, mientras que Chubut y Neuquén pondrían el 25 % cada una. Aunque solo se trataba de adelantar el dinero necesario para que Camuzzi realizara los trabajos, ya que son los usuarios quienes pagarán la obra a través de la readecuación de las tarifas.
“Río Negro, si bien está nombrada formalmente en el acta de mayo de este año, no tuvo la firma del gobernador, que yo entiendo que ha sido un antecedente del incumplimiento posterior”, evaluó Chamatrópulos.

El acuerdo para resolver la problemática que en total afecta a unos 12.000 hogares había sido uno de los temas a los que se comprometieron los gobernadores Alberto Weretilneck, Rolando Figueroa e Ignacio Torres en la cumbre que mantuvieron en enero en Villa La Angostura. Tras el incumplimiento de Río Negro, se presentó una adenda en el expediente y se acordó que Neuquén y Chubut asuman el compromiso caído.
¿Por qué se volvió a parar la obra?
Según trascendió en medios de comunicación, el nuevo parate respondería a una recotización de la obra. Pero “eso no consta en el expediente”, sostuvo el titular de Codec. Y aseguró que “tampoco sería razón para desistir de esa obra y mucho menos para demorarla, porque la responsabilidad de las inversiones que requieren la prestación del servicio es del prestador del servicio”, Camuzzi.
La última respuesta de la prestadora “es que el incumplimiento es de las provincias, con lo cual se están tirando la responsabilidad mutuamente”, continuó Chamatropulos en un reportaje con Nada Personal.
Camuzzi asumió, en el contexto de las privatizaciones de la década del ‘90, “la distribución final frente a los usuarios. Y consecuentemente con esto, las responsabilidades que le son inherentes a esa cuestión. Para el usuario particular no es oponible un desacuerdo que pudiera existir entre el gobierno nacional, el gobierno provincial, la Secretaría de Energía, el Enargás o Camuzzi”, aseveró.
“No es que ellos tienen un kiosco de panchos y te pueden decir ‘me quedé sin salchicha o me quedé sin pan, no te puedo vender’: son concesionarios públicos de una empresa, de un servicio público que tiene por mandato constitucional un principio de universalidad. No se lo pueden negar a un usuario por ningún argumento”, graficó el dirigente.
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Por eso, “para nosotros el responsable es Camuzzi, porque es la empresa prestataria, es donde está dirigido el amparo y donde vamos a exigir un resarcimiento económico si es necesario”.
El padecimiento de los usuarios
Además de una severa disminución en la calidad de vida de muchos rionegrinos, neuquinos y chubutenses, la situación derivada de esta serie de incumplimientos a mucha gente le está costando un dineral. Hoy en día un tubo de gas de 45 kilos se comercializa en torno a los 80 mil pesos, y en climas como el del invierno barilochense, un tubo dura poco. “Nos comentaba un usuario que en julio gastó 800 mil pesos en gas envasado y además se calefaccionó mal y de forma insegura”, ejemplificó el presidente de Codec.
El próximo jueves los usuarios afectados por la situación volverán a manifestarse hacia las oficinas de Camuzzi junto con profesionales de la asociación de gasistas matriculados, del colegio de arquitectos de Río Negro y “los legisladores locales, provinciales o nacionales que quieren acompañar, porque en definitiva en esto tendríamos que estar todos, porque es uno de los problemas de infraestructura clave de la ciudad que desgraciadamente se nos está negando la solución”.
Previamente se dirigirán al Concejo Municipal, dónde están citados. En la última manifestación pasaron por ese organismo legislativo, que en ese momento estaba reunido, y un grupo de ediles de distintos partidos se sumaron a los afectados y los acompañaron manifestarse a las oficinas de la empresa prestataria.