Con una marcada baja en la ocupación de plazas, perspectivas de un verano incierto, sin respuestas del Gobierno y en un contexto de aumento de los servicios esenciales, los hostels y campings de Bariloche atraviesan una situación crítica que en algunos casos los enfrenta a la posibilidad real de cierre.
Según el análisis que realizan en el sector, el desplome en el poder adquisitivo de la clase media ha reducido drásticamente las reservas y hoy la gente debe elegir entre viajar o cubrir sus gastos esenciales.
Una muestra de este panorama se dio el último fin de semana largo, cuando la ocupación promedio rondó el 60%, lejos del 82% del año pasado. “El tema es que ahora tenés un 60% y el resto del mes no llegás a un 30% o un 40%”, cuando antes ese 60% de ocupación se percibía a lo largo del mes. “Este es el problema”, señaló a BRC Gastón Gomez, presidente de la Asociación de Hostels y Campings de Bariloche y Zona Andina (AHC).
Para los alojamientos de este sector, el año comenzó de manera “aceptable” -aunque con cifras sensiblemente inferiores a las que se registraban años atrás-, y se derrumbando con el correr de los meses. En verano “habremos rondado entre un 70 y 75% de ocupación en lo que es enero y febrero. Que en general siempre estamos rondando del 90%, 95%, y se siente esa merma”, dijo Gómez.
“El problema es que después la baja fue muy pronunciada: prácticamente de mitad de marzo hasta mitad, fines de junio. Y el invierno para nosotros fue bastante complicado. Con los precios de Catedral y por ahí la realidad económica del segmento que elige nuestros alojamientos. Habremos estado rondando entre un 40%, 50% en general”, continuó el titular de AHC.
Luego siguió la baja del otoño y la actual de primavera, “y las perspectivas de verano son inciertas”. Para este época, en años anteriores los hostels y campings ya empezaban a recibir reservas o a tener una perspectiva de porcentajes de ocupación. Pero las reservas “hoy por hoy están bastante planchadas. Nosotros debemos tener dos, tres reservas para el verano”, señaló Gómez.
Falta de acompañamiento
El cuadro se agrava con el “aumento desmedido” de los costos de servicios esenciales, como agua, electricidad, gas e Internet. “Sin trabajo y sin la posibilidad de generar ingresos suficientes, muchos establecimientos no pueden afrontar estos costos, lo que hace insostenible la operación para gran parte del sector”, señala un documento compartido por la entidad.
Allí se lee que las políticas económicas actuales del gobierno nacional “no han contemplado la gravedad de esta crisis para los pequeños y medianos emprendimientos turísticos. No se han implementado medidas de alivio efectivas que permitan sostener nuestras operaciones y evitar el cierre definitivo. Es fundamental que el Estado reconozca al turismo como un motor clave de la economía regional y nacional, y que promueva políticas que fortalezcan a las empresas que generan empleo genuino en este sector”.
Las respuestas que la Asociación espera para evitar el cierre tampoco llegan del gobierno provincial, que no tiene conducción en el área de Turismo desde la renuncia del exsecretario Marcos Barberis a comienzos de septiembre.
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Para Gómez, “la pregunta es: ¿En qué lugar está el turismo para el gobierno provincial? Porque se está haciendo mucho enfoque en las actividades extractivistas que pueden dar muchas divisas y demás a futuro. Pero el turismo quedó muy relegado. Ni siquiera se tiene Ministerio”.
“Como rector de actividad, está un poco desaparecido”, continuó, y recordó que a diferencia de otras actividades que pueden dejar divisas en las arcas provinciales, “el turismo soporta fuente laboral y consumo masivo de la gente”, sobre todo en lugares como Bariloche, El Bolsón o Las grutas, entre otros.
La AHC, que forma parte de la Cámara de Turismo, nuclea a cerca de 40 hostels y campings en Bariloche, y junto con los de El Bolsón suman entre 70 y 75.