Argentina llega al Día del Periodista en una situación trágica para el sector. Mientras el presidente Javier Milei agrede a cronistas, fomenta un clima de odio contra el oficio y toma decisiones que limitan el Derecho a la Información, tres de cada cuatro trabajadores de prensa cobran salarios por debajo de la línea de pobreza. Si bien el dato corresponde a quienes trabajan en el Área Metropolitana de Buenos Aires, muestra un panorama que no suele diferir mucho de lo que sucede en el resto del país.

El 76% de los periodistas del AMBA cobra salarios por debajo de la canasta básica del Indec. El número crece al 92% en el sector de la prensa gráfica y al 98% entre quienes ejercen con la categoría de “redactor”. Mientras que en la radio, el 83% tiene sueldos de pobreza.

Los datos surgen de una encuesta publicada este jueves por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), a la que respondieron durante mayo más de 1.000 trabajadores de medios de comunicación privados, públicos y autogestivos de prensa escrita, oral y televisada. 

Salarios que no alcanzan

El relevamiento ofrece datos que dan cuenta de una situación socioeconómica de precariedad, como que el 52% de los encuestados tiene más de un empleo para que el sueldo le alcance, y de ese universo, un 21% tiene tres o más trabajos. 

La situación no es ajena a los llamados “freelance”: el 78% factura por debajo de la canasta básica. Y entre aquellos que trabajan en medio autogestivos, el 50% asegura que está obligado a subsistir con otro empleo, fuera de prensa. 

El panorama es preocupante entre los menores de 30 años, que en un 37% ejerce el oficio en condiciones precarias de contratación. De ese universo, el 96,5% cobra por debajo de la línea de pobreza.

Esta situación salarial crítica es en parte preexistente al gobierno de Javier Milei, pero se acentuó desde que el libertario llegó a la Presidencia, señala el informe. 

Clima de odio

Desde su lugar de poder público, el mandatario aprovecha para agredir a periodistas críticos y para tomar decisiones que afectan a la libertad de expresión y el Derecho a la Información, como el silenciamiento de los medios públicos (el 83% asegura que en su lugar de trabajo se usaba la información de la Agencia Télam) y la suspensión de la pauta.

En este clima donde prevalecen los discursos de odio fomentados o avalados por el Ejecutivo, el 22,5% de los encuestados aseguró haber recibido agresiones por ser periodista, en tanto que el 76% fue víctima de al menos un ataque virtual. Y un 22% recibió en los últimos meses amenazas de las fuerzas de seguridad. 

El 42% tuvo síntomas de ansiedad, el 13% de depresión y el 8% padeció ataques de pánico. El escenario se completa con un reparto inequitativo en cuestión de género: sólo 38% de quienes trabajan en prensa en el AMBA son mujeres y disidencias.

“La grave situación no se resuelve ocultándola. Por eso nuestro objetivo con la encuesta es poner de relieve la realidad del gremio para construir cómo transformarla entre todes”, manifestó Agustín Lecchi, secretario general del SiPreBA. 

“Las investigaciones periodísticas son las que aún permiten sacar a la luz hechos como los alimentos no entregados por el gobierno. Paradojalmente, se ataca a nuestro oficio sin cesar mientras se quieren ajustar los derechos laborales, se estigmatiza la lucha gremial y se quiere instalar el individualismo”, analizó. 

Las respuestas de los trabajadores de prensa pintan un cuadro nefasto, y permiten concluir que “este 7 de junio llega en uno de los peores momentos para ejercer el periodismo en estos 41 años de democracia en Argentina”.