Con “angustia” y “tristeza”, con “impotencia y bronca”, pero con la obstinación de la esperanza, los estudiantes que participan en Bariloche de las acciones en defensa a las universidades experimentan en estas últimas semanas de confrontación con el gobierno nacional un crecimiento de su fuerza, que queda de manifiesto en actividades, asambleas y vigilias.

“Estamos creando una comunidad nueva, cada vez más grande. Empezamos hace dos meses en esta lucha siendo en el centro aproximadamente 25 estudiantes y hoy somos más de 80 personas activas que participamos en las actividades”, destacó Brunella Trabollini, presidenta del centro de estudiantes de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) Sede Andina.

Realmente se está viviendo un momento único en esta etapa que no sucedía desde grandes momentos turbulentos de la historia argentina, y es importante también recordar esta época como la de la lucha y la defensa de derechos nuestros esenciales”, señaló la estudiante de Medicina, de 23 años. 


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Como en el resto del país, el estudiantado de las universidades nacionales con sede en Bariloche es parte del reclamo de un incremento en el presupuesto universitario 2025 y la exigencia de recomposición salarial para docentes y nodocentes, que en lo que va de 2024 han sufrido una caída del 25% de su poder adquisitivo, según un estudio reciente.

Conscientes de lo que está en juego con la destrucción de las universidades -y del Estado en general-, en las últimas semanas los jóvenes en formación profesional han desarrollado diversas respuestas a lo largo del país, desde la toma de facultades y rectorados a vigilias y clases públicas, como las que en los últimos días se vieron en plena calle Mitre.

Vigilias y prenoctes

“Nosotros como estudiantes estamos organizando vigilias y pernoctes para habitar las universidades”, y también “abrimos las puertas para poder devolverle a la sociedad estas cuestiones: por qué nosotros estudiamos y por qué es importante la universidad pública de calidad y gratuita”, explicó. Y agregó que los pernoctes los realizan solo los días de paro “para no interrumpir con las clases”.

En paralelo, son los docentes quienes organizan las charlas y las clases públicas que se han desarrollado en la calle Mitre, que han ido desde Medicina a Compostaje, desde Antropología a Movimientos Sociales o el Rol del Estado.

La respuesta de los vecinos es solidaria: “Soy de la carrera de medicina. Sacamos (a la calle) los muñecos, los esqueletos y demás, y la gente empezó a acercarse y a decir ‘¡Ay, a mí me duele el manquito rotador!’ ‘¡A mí me duele este hombro!’ ‘¡A mí me duele…!’ La verdad, la gente que se copa muchísimo”. 

Foto: Eugenia Neme.

En este sentido, Brunella destacó el lugar de ella y sus compañeros como futuros profesionales. “Nosotros desde Medicina somos quienes vamos a atender a los vecinos y vecinas de Bariloche y de Río Negro, así que es re importante para nosotros que participe la comunidad”. 

“Nos están tocando un poco a todos”

La lucha por el financiamiento universitario es parte de algo más amplio. “Nos están tocando un poco a todos. A familias enteras y comunidades nos están tocando los derechos fundamentales y esenciales. Entonces yo creo que de a poco se va reflejando a través de las actividades, de las publicaciones, de las redes. Se va mostrando la importancia de esto, que ya pasó en la historia argentina aunque nunca de esta forma, tanto desfinanciamiento. Pero esto se va transmitiendo, de hecho el pueblo argentino se construyó con esta medidas de protestas y demás en democracia”, analizó Trabollini.

“Lo que hacemos es un poco de justicia a este recorrido histórico que tiene la educación pública superior en Argentina, y no olvidarnos tampoco de dónde venimos”, continuó. 

Desde el centro de estudiantes que conduce la joven oriunda de Mendoza ven entre los alumnos que votaron a Javier Milei en las presidenciales del año pasado “cierta indignación y cierta desilusión porque confiaron sus votos en un proyecto de país que no es el que se está llevando a cabo”.

En algunas carreras había “cierto rechazo, en su mayoría, a todas estas movilizaciones, a estas actividades y demás. Y ahora podemos observar que está cambiando de a poco, que de a poco se van acercando, van preguntando, quieren saber qué pasa”, señaló en referencia a esos jóvenes.

Clase pública en la Mitre. Foto: Eugenia Neme.

Si bien reconoce el importante acompañamiento por parte de docentes y no docentes en este momento, valora sobre todo “la comunicación o el vínculo de pares”: “Siempre nos acercamos a compañeros y vamos consultando más o menos en qué andan, qué es lo que piensan, cómo se sienten. Por eso tratamos de tener medidas de fuerza que unan y fortalezcan los vínculos”.

En relación a la comunidad, Brunella les pidió “a todos los vecinos y vecinas de Bariloche que por favor sean conscientes de lo que está pasando y acompañen cuando nos vean teniendo clases afuera en la calle o cortando una cuadra de la calle Mitre o algo. No se enojen, es por nuestros derechos, por nuestro futuro, nuestros sueños, nuestras ilusiones, sueños de familias enteras que quieren que sus hijos o hijas sean profesionales y que puedan trabajar de eso”.


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Pese al sentimiento de tristeza que la afecta, la futura médica es positiva: “La esperanza y la fé son lo último que perdemos, y estamos seguros de que desde desde el cariño, el compañerismo, desde la empatía, podemos construir muchísimo”.

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